Salud Dental

Cuando sufrimos una caries, el tratamiento más habitual es realizar una endodoncia.

Es la forma de paliarla más común y eficaz, pero, en ocasiones, puede ser necesaria una reendodoncia.

Qué es una reendodoncia

Una reendodoncia no es más que el volver a realizar el tratamiento de los conductos radiculares de un diente o una muela, es decir, volver a hacer una endodoncia a un diente que ya ha sido tratado.

Es una intervención que requiere de medios especiales (como una radiografía tridimensional) y de un equipo profesional con dentistas especializados en endodoncias.

Este procedimiento se aplica en pocas ocasiones, pues la endodoncia tiene un muy alto porcentaje de éxito. Por ello, solo si es necesario, se volverán a limpiar los conductos para eliminar lo que se haya pasado por alto en la primera endodoncia.

El tratamiento es el mismo: instrumentación de los conductos, limpieza con hipoclorito y relleno con gutapercha.

No obstante, se trata de una procedimiento muy complejo y que en ocasiones pueden ser imposibles de realizar.

Entonces… ¿cuándo debo realizar una reendodoncia?

La reendodoncia es un tratamiento que requiere de máxima precaución y cuidado. Por tanto, solo debe realizarse cuando:

  1. Esté indicada por un especialista en la materia.
  2. La clínica en que vaya a realizarse cuente con radiografía tridimensional, pues las radiografías periapicales no nos permiten conocer la anatomía de las raíces y el estado de los conductos.
  3. Que el endodoncista que lo realice esté especializado en reendodoncia. Una endodoncia puede realizarla cualquier dentista, pero para la reendodoncia es necesaria una formación complementaria.

Una vez comprobados estos tres factores ajenos a nosotros, se debe detectar cual es la causa de que estemos a las puertas de una reendodoncia. Los motivos por los que el dolor puede persistir son los siguientes.

Un conducto de una raíz sin limpiar

Debido a que la anatomía de las raíces suele variar mucho, es probable que algún conducto haya pasado desapercibido y se haya quedado sin limpiar. Es por ello que el tratamiento debe realizarlo únicamente un especialista, pues debe saber identificar si la muela cuenta con 4 o 7 conductos, por ejemplo.

En ocasiones, alguno de los conductos puede pasar desapercibido y debemos volver a buscarlo mediante los medios diagnósticos adecuados. En este caso, la radiografía tridimensional, la cual nos proporciona el número y forma de las raíces y en la mayoría de ocasiones el número y la localización de los conductos.

Alguna raíz se ha quedado corta de limpieza

Otra posibilidad es que no hayamos conseguido limpiar la raíz por completo, ya sea por su compleja forma o porque alguno de conductos se haya estrechado tanto que haya sido imposible acceder.

En estos casos, se suele retirar el material de la endodoncia y se limpia toda la raíz. Sin embargo, esto no siempre es posible en casos como el de los conductos cerrados (calcificados) o muy curvos.

Conductos laterales

Los conductos laterales son también un problema, pues su limpieza directa es irrealizable. Si no se consiguen desinfectar adecuadamente, la infección persiste y, por tanto, terminaremos obligados a realizar una reendodoncia.

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Al aplicarla, se vuelve a limpiar el conducto y se aplican productos químicos (basados en hipoclorito) que eliminan las bacterias.

No obstante, hay ocasiones en las que es imposible alcanzar y eliminar esa bacterias, lo que será un claro indicativo de que la reendodoncia no es la solución.

Conductos no suficientemente condensados

Si la endodoncia ha ido mal, puede que el motivo se encuentre en que algún conducto no ha quedado totalmente limpio y relleno de material inerte.

Esto puede deberse a que existen espacios imposibles de alcanzar y, por muy experimentado y conocedor de las formas de los conductos, el endodoncista no haya podido proteger esa zona.

Si somos víctimas de esta situación, la mejor solución es volver a limpiar el conducto y agrandarlo para poder eliminar las bacterias restantes.

Reendodoncia por dolor en una muela endodonciada

Si nos duele una muela en la que hemos realizado una endodoncia, tenemos el primer síntoma de que probablemente debamos realizar una reendodoncia.

En estos casos, la mejor opción es realizar una radiografía tridimensional para afinar el diagnóstico y ver cómo se encuentran raíces y conductos.

Hay que asegurarse también de que el dolor no provenga de que la raíz se haya fisurado. Si esto ocurre, la reendodoncia no será adecuada, pues el problema estará en la propia raíz y no en los conductos.

La alternativa más común es la extracción y colocar un implante en su lugar.

¿Reendodoncia o extracción e implante?

El tratamiento de reendodoncia es relativamente complicado y su porcentaje de éxito no es tan elevado como el de la primera endodoncia. Sin embargo, debemos hacer todo lo posible por preservar la salud de nuestros propios dientes.

Solo una vez descartada esta opción, debemos optar por extraer la pieza dañada y realizar un implante dental.

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Complicaciones que se pueden dar al realizar una reendodoncia

Al querer realizar una reendodoncia, se nos presentan las siguientes dificultades:

  • Limpiar la cámara pulpar. El diente a reendodonciar estará reconstruido y la cámara pulpar rellena con sus conductos tapados. Por ello, la limpieza es mucho más compleja.
  • Eliminar el tejido con el que se rellenan los conductos radiculares al hacer la endodoncia. La misión del reendodoncista será pasar las limas y atravesar el material duro. Se trata de un proceso bastante complejo, sobre todo si es sobre un conducto fino o curvo o es una de las muelas posteriores.
  • Escalones en los conductos producidos por la primera endodoncia. Este escalón complicará que la lima pueda seguir el conducto, pues la bloquea.

Otras dificultades ya menos comunes son conductos secundarios, raíces muy curvas, obstáculos producidos por otros tratamientos, estrechamientos de la dentina o pulpolitos.

Contraindicaciones de una reendodoncia

Como vemos, en muchos casos, la reendodoncia no es posible e incluso es perjudicial. Los casos más comunes en los que esto se da son:

  • Raíces fisuradas.
  • Perforaciones en la raíz o en la ‘furca’.
  • Raíces con mucha curvatura.
  • Pulpolitos en el interior de un conducto.
  • Escalones en la raíz.
  • Estrechamiento en el conducto.
  • Abscesos grandes.
  • Limas o léntulos rotos en el interior del conducto.
  • Dientes o muelas endodonciadas y reconstruidas con pernos.

Precio de una reendodoncia

Como siempre, el precio de estos tratamientos clínicos dependerá de la clínica o del profesional que los lleve a cabo y, por tanto, pueden variar ampliamente.

No obstante, si el precio medio de una endodoncia se encuentra en unos 140 euros, la reendodoncia se encuentra bastante por encima, lléndose hasta los 220 euros por pieza dental tratada.

Reendodoncia en Innovación Dental Valdepeñas

A lo largo del artículo, hemos insistido en la complejidad de realizar un tratamiento como la reendodoncia. No solo se necesita de la mejor y última tecnología, sino de dentistas experimentados y especializados en dicha tarea.

Si quieres contar con el mejor tratamiento de reendodoncia en Valdepeñas, ven a Innovación Dental. ¡Te esperamos!